martes, 6 de marzo de 2018

Las grietas de Jara - Claudia Piñeiro



Título: Las grietas de Jara
Autora: Claudia Piñeiro
Publicación: Alfaguara, 2018 (1º edicion en 2009)
Páginas: 251

Aunque Pablo Simó quiere construir la torre de sus sueños, se limita a dibujarla: hace veinte años que trabaja en un estudio de arquitectura que no puede o no quiere dejar. Veinte años son también los que lleva casado con Laura, a quien sólo lo unen la costumbre y una hija típicamente adolescente.

Cuando una joven llegue inesperadamente al estudio buscando a Nelson Jara, comenzará a revelarse la trama del secreto en la que Simó está implicado junto a su jefe y una compañera de trabajo. La aparición de la muchacha y las derivaciones de ese hecho del pasado abrirán una grieta en la precaria estabilidad del arquitecto, que verá derrumbarse una a una las certezas que lo sostuvieron hasta el momento.

La autora de Las viudas de los jueves demuestra una vez más su capacidad para construir personajes y contar historias en las que el suspenso no impide la pintura social ni la crítica. Las grietas de Jara es, en ese sentido, una reflexión acerca del matrimonio y la crisis de la mediana edad, y las dificultades de vivir en un mundo donde las reglas las imponen los más fuertes. Una novela que inquieta con la pregunta de si para dar una vuelta de timón y navegar hacia otro rumbo, no será necesario a veces dejar de lado la inocencia.

Mis impresiones

De la argentina Claudia Piñeiro he leído antes Una suerte pequeña y Tuya y me parece una autora muy original que sabe manejar muy bien la tensión en sus libros y que aparte de contarte una historia te da pie a que reflexiones. Siempre sus historias tienen un fondo.

“Pablo Simó dibuja en su tablero el perfil de un edificio que nunca existirá. Como condenado a soñar el mismo sueño cada noche, desde hace años repite ese boceto: el de una torre de once pisos que mira al Norte. Guarda en una carpeta la serie d dibujos idénticos, no sabe cuántos son, perdió la cuenta hace tiempo; más de cien, menos de mil. No los numera pero los firma, arquitecto Pablo Simó, y les pone fecha. Para saber qué día dibujó el primer boceto debería buscarlo y fijarse al pie, pero no lo hace; el último lleva la fecha de ese día: 15 de marzo de 2007.”

A sus cuarenta y cinco años Pablo Simó lleva trabajando más de veinte para un estudio de arquitectos, aunque sueña con poder construir algún día el edificio de once pisos que dibuja una y otra vez de forma obsesiva. Le gustaría cambiar de trabajo pero no sabe por qué sigue allí. Algo parecido es lo que le ocurre con su mujer, Laura, con quien lleva muchos años casado y con quien cada vez tiene menos cosas que compartir. Últimamente lo único que les une es su hija Francisca, de dieciséis años, pero ni siquiera están de acuerdo en la forma que deben afrontar su adolescencia.

Un día llega una joven al estudio llamada Leonor y pregunta por Nelson Jara. Tanto su jefe, como la otra socia del estudio en donde trabaja y él le dicen no saber nada del hombre a quien busca. Pero sin embargo los tres tienen la respuesta.

No os voy a contar nada más de lo que sucede en la novela porque creo que es importante ir descubriéndolo poco y poco y por uno mismo. Es una novela que tiene una parte de thriller psicológico y una parte que aborda el tema de la insatisfacción que habita en uno mismo. Hay veces que dejamos que la rutina nos conduzca la vida, nos acomodamos en ella y no somos capaces de romper con todo lo que nos hace sentirnos infelices. Pero en algún momento cualquier día puede pasar algo, se produzca un clic, y despertemos de ese estado de adormecimiento. Es más o menos lo que le ocurre a nuestro protagonista.

Las grietas de Jara es una novela que me ha gustado mucho leer. Como os decía antes tiene una parte más oscura y que llena la novela de tensión. Ya la autora con el primer capítulo tiende el gancho y como lectora me ha hecho picar en él. Una joven busca a un hombre para hacer una gestión. Y aunque en el estudio arquitecto saben quién es y donde está niegan conocerlo. ¿Qué razones tienen para ello? ¿Por qué ahora le busca esta joven? ¿y porque precisamente va a buscarlo allí si no hay ningún nexo que pueda unirlos? La respuesta no tarda en desvelarse aunque yo no la voy a decir pero a lo largo de la novela conoceremos todos los pormenores. Solo diré que su título, esas “grietas”, son en sentido literal (son constructores) y metafórico. 

El personaje principal es un hombre de cuarenta y cinco años que aun casado con una mujer, Laura, sueña con tener a otra en su cama. Nunca le ha sido infiel pero sabe que no quiere estar a su lado. Claudia Piñeiro hace un buen análisis de ese momento en el que una relación no da más de sí. La pareja sigue junta por inercia pero hace mucho tiempo que ambos se han dado cuenta de que la cosa no funciona. Uno de los grandes puntos que hace discordar a la pareja es su hija. Una adolescente que se divierte y que para su mujer resulta excesivamente problemático. En cambió Simó piensa que es un proceso natural por el  que todo el mundo pasa.

A Nelson Jara le iremos conociendo a medida que la historia transcurre. Tarda un poco en dárnoslo a conocer pero me ha parecido un personaje muy interesante. Y lo trae Leonor, una joven que aparece un día cualquiera avivando un recuerdo que aun presente, tenían algo enterrado y que se cimienta en mentiras y secretos. No fue fácil tratar con Jara y a pesar del peligro que la joven pueda suponer, Pablo está dispuesto a acercarse a ella.

Claudia Piñeiro tiene una forma de narrar que me gusta y me convence. Va tirando del hilo y desenrollando la historia con mucha sutileza, manteniendo la tensión narrativa de principio a fin y al lector expectante. La historia está narrada desde una voz en tercera persona omnisciente que si bien al principio goza de un ritmo tranquilo llega un momento en que es imposible abandonar la historia. Si bien es cierto que dada la nacionalidad de la autora nos encontraremos con muchas palabras que tienen un significado que para quien no lea mucha literatura de este país pueden resultar ajenas aunque no impide comprender el texto ni sacar su significado por el contexto.

Va avanzando en el presente de la novela, que es el año 2017 en Buenos Aires, a la vez que va descubriendo el pasado. Su autora nos dejará giros argumentales que no se me hubieren ocurrido nunca llevándome ciertas sorpresas que cambian la historia y que le ofrecen un punto paradójico a la novela. Me ha gustado mucho el efecto que esto ha producido en mí.

Como curiosidad solo me queda por comentar que la película fue llevada al cine el pasado año con el mismo título. No es la primera novela de esta autora que tiene su adaptación a la gran pantalla.

Conclusión

Las grietas de Jara es una lectura cargada de tensión psicológica y emocional que me ha parecido muy original y que me ha dejado un buenísimo sabor de boca.